Mary Kate Wheeler es estudiante de Maestría en la Escuela Dyson de Cornell. Su investigación es apoyada por el Centro de Atkinson para un Futuro Sostenible (ACSF) a través de la Colaboración de CARE-Cornell.
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Durante la última década, el Perú ha hecho impresionantes avances en la reducción de la desnutrición infantil a nivel nacional. Los investigadores han atribuido este logro, en parte, a la incidencia política fuerte y coordinada, por parte de CARE Perú y otros miembros de la sociedad civil de la Iniciativa Contra la Desnutrición Infantil en el Perú (Acosta y Haddad 2014). Sin embargo, las tasas de pobreza y malnutrición siguen siendo elevadas en las zonas rurales, donde la mayoría de personas dependen de los medios de vida agrícolas. En 2014, casi la mitad de la población rural del Perú vivía por debajo del umbral de la pobreza, y el retraso del crecimiento afectó a casi una cuarta parte de todos los niños menores de cinco años de edad en el altiplano andino (INEI 2014, INEI 2015). La evidencia de que la desnutrición en la primera infancia tiene consecuencias a largo plazo para los resultados educativos y económicos individuales hace de la nutrición del lactante y del niño pequeño una prioridad en la agenda de desarrollo del Perú (Hoddinott et al. 2008, Maluccio et al. 2009).
Los esfuerzos en curso para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición en las comunidades rurales debe responder a los impactos del cambio climático en la producción de alimentos. Los pequeños agricultores se enfrentan a riesgos cada vez mayores de producción debido al cambio climático, y los agricultores de subsistencia en los Andes peruanos son particularmente vulnerables a sus efectos (Lee et al. 2014). Sin embargo, a pesar de un amplio reconocimiento de los muchos vínculos entre el cambio climático, la agricultura y la nutrición, los actores de estos tres sectores rara vez trabajan juntos para avanzar en los objetivos de desarrollo comunes. En colaboración con CARE Perú, nuestro proyecto de investigación está motivado por la necesidad de informar a las estrategias de política y de programación integradas, para que pueden sacar provecho de los vínculos entre la agricultura y la nutrición, y de esta manera mejorar los efectos de las intervenciones agrícolas y de adaptación del clima en la seguridad alimentaria y la nutrición.
Actividades de investigación
Nuestra investigación se lleva a cabo en la sub-cuenca del río Shullcas, que es el hogar de los pequeños productores cuyos sistemas de cultivo destacan variedades indígenas de papa andina, así como variedades modernas de papa, otros cultivos de raíces indígenas, habas y maíz. Una división de género del trabajo doméstico es común, como las mujeres son las principales responsables de las actividades de preparación de alimentos y alimentación, mientras que los hombres son más propensos a buscar empleo fuera del hogar. Tanto los hombres como las mujeres participan en la producción de alimentos en el hogar y la toma de decisiones agrícolas; sin embargo, las actividades agrícolas comerciales son más propensos a ser llevado por los hombres (Sarapura 2013). Debido a su dependencia en el glaciar Huaytapallana, que se está retirando rápidamente, la sub-cuenca del río Shullcas ha sido clasificada como una región de alta vulnerabilidad al cambio climático. Como resultado, la región ha recibido una serie de intervenciones dirigidas por varios agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales destinadas a promover la adaptación al cambio climático.
En este escenario, el equipo de CARE-Cornell diseñó e implementó una encuesta integrada de hogares de producción y de consumo, incluyendo las medidas antropométricas de los niños menores de 5 años, para hacer frente a las siguientes preguntas de investigación:
- ¿Qué factores sociales y económicos influyen en la adopción de prácticas agrícolas adaptadas al clima – incluyendo estrategias de gestión sostenible del suelo y el agua y el uso de cultivos nativos – y cómo se relacionan estas prácticas con la seguridad alimentaria de los hogares?
- ¿Cuál es la relación entre la seguridad alimentaria de los hogares y de la dieta individual y el estado de nutrición de los lactantes y niños pequeños?
- ¿Qué papel desempeña el género en las decisiones del hogar y los resultados relacionados con la agricultura y las prácticas de alimentación y nutrición?
Resultados preliminares
Cornell y CARE colaboraron con el Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Peruana de Los Andes (UPLA) para capacitar a los encuestadores y encuestar a más de 500 hogares a través de 6 comunidades en la región de estudio. El equipo completó las medidas antropométricas de 386 niños y registró una tasa de 22% de retraso en el crecimiento.
Los resultados preliminares de la encuesta sugieren que la producción de alimentos es principalmente una actividad de subsistencia en lugar de una actividad comercial. Los hogares de la muestra se comprometen a una amplia gama de actividades no agrícolas para generar ingresos, y relativamente pocos venden cultivos comercialmente. La mayoría de las familias se abastecen en el mercado de la mayor parte de su alimento, que se complementan con los cultivos básicos producidos en las explotaciones agrícolas. Este hecho refuerza el autoconsumo como una vía importante para vincular las intervenciones agrícolas con la seguridad alimentaria y la nutrición.
Los agricultores de la zona de estudio ampliamente perciben que el clima está cambiando y que los patrones cambiantes del clima afectan negativamente a su producción agrícola. Sin embargo, sólo el 15% de los agricultores de nuestra muestra informan que han alterado sus prácticas de producción en respuesta a los cambios climáticos que observan. Un análisis más detallado ayudará a determinar los factores que aumentan la probabilidad de adopción de las prácticas específicas de producción adaptadas al clima. El resto de los resultados de la encuesta aún se están procesando.
Implicaciones para el Programa de Política y Diseño
Aunque el análisis de los resultados de la encuesta está todavía en curso, el equipo de CARE-Cornell tiene la expectativa que este estudio sensibilizará a CARE y a otras organizaciones de desarrollo sobre la importancia de la incorporación de los vínculos entre la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición en el diseño de programas sociales. Además, el estudio servirá de base para las recomendaciones específicas para la integración de estos vínculos, y también de las consideraciones de género, en los programas de adaptación al cambio climático en toda la región andina. Como líder en la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición en el Perú, CARE será capaz de utilizar los resultados de este estudio para abogar por políticas de alcance nacional de agricultura y adaptación al cambio climático relacionadas a la nutrición.
La colaboración de CARE-Cornell
Este proyecto de investigación surgió a partir de un modelo de asociación única, con el apoyo del Centro de Atkinson para un Futuro Sostenible, que une investigadores de Cornell con los profesionales del desarrollo de CARE en todo el mundo. Nuestro trabajo se ha basado en los conocimientos locales y necesidades de información de CARE Perú para informar a las preguntas de investigación y en los conocimientos técnicos de Cornell en el diseño y ejecución de la investigación para construir una metodología rigurosa. La experiencia de CARE en el terreno y sus relaciones existentes con las comunidades locales facilitaron el desarrollo del instrumento de estudio y engendraron confianza entre los participantes de la encuesta. Los investigadores de Cornell conducirán el análisis de datos, y, en conjunto, ambas organizaciones interpretarán los resultados e identificarán las aplicaciones políticas y programáticas. A través de una estrecha colaboración en cada paso del proceso de investigación, nuestro objetivo es aprovechar la experiencia complementaria de Cornell y CARE para generar conocimiento que es académicamente válido y directamente relevante para preguntas relacionadas al el diseño de programas y el desarrollo de políticas públicas.
The Schulcas Valley may be a poor choice to study posible changes in agricultural practices in the face of climate change given that the upper part is mostly pastoral and the lower is mostly subsitance farming, however the finding (very Little adaptation) might be replicated even in more market oriented farms. It might be worth extending the same questionnaire to other áreas.
Hi Maria, thank you for your comment! We do have good reasons for locating our study in the Shullcas River Valley. Yet one consequence, as you note, is that we have relatively few households in our sample that farm commercially. In fact, three quarters of farming households in our sample reported zero income from agriculture, while only 8% of farmers reported that production and sale of crops accounts for 50% or more of their household income. It would certainly be interesting to gather data on climate change adaptation across a wider range of communities that include more commercial producers.